Se opta por ocupar el solar con dos tipologías urbanas diferenciadas entre si: por un lado, en los límites con el ensanche, se plantea un bloque lineal que de respuesta a todo lo que ocurre a su alrededor. En contraposición, y cosiendo el tejido restante, pequeños bloques de viviendas conviven con la zona de unifamiliares del parque de la Media Luna. De esta manera, se aprovecha la trayectoria del sol para una mayor eficiencia energética de las viviendas y también para la creación de un parque diagonal que aisle del caos de la ciudad y culmine esos recorridos que puedan surgir de las mediaciones de las murallas, casco viejo...